No debemos olvidar este artículo de hace 5 años. Los recortes esperados se han quedado cortos, comparados con la realidad que tenemos 5 años después.

La Consejería pretende compensar los graves recortes con el aumento de dos horas del periodo lectivo de los profesores (de 18 a 20 semanales) y se ha propuesto confundir a la opinión pública, difundiendo en los medios de comunicación que los profesores protestamos por este aumento horario. Por ello, consideramos muy importante aclarar esta cuestión a toda la sociedad: nuestro horario semanal es de 37,5 horas. En ellas se incluye el tiempo dedicado no solo a la docencia directa (es decir, las 18 horas lectivas u horas de clase, en el aula y con el grupo de alumnos, las que mayor atención y concentración nos requiere) sino también el empleado para guardias y bibliotecas (hasta 6 horas semanales), reuniones de departamento, reuniones de tutores, atención a padres, atención personalizada a alumnos, juntas de evaluación y claustros, preparación didáctica de las clases fuera del horario escolar, programaciones, memorias, adaptaciones curriculares, información a tutores, preparación de exámenes fuera del horario escolar, preparación de materiales clásicos y/o relacionados con las TIC fuera del horario escolar,  corrección de exámenes, y diseño y preparación de actividades educativas varias (convivencia, extraescolares, exposiciones, conferencias, etc., muchas veces fuera del horario escolar), introducción de faltas y notas, normalmente fuera del horario escolar y con aplicaciones informáticas que hacen perder mucho tiempo, llamadas a padres, hablar con alumnos fuera de las clases, reuniones de tutores con padres realizadas fuera del horario escolar , cuatro evaluación a lo largo del curso repartidas en tres días cada una que, en ocasiones nos obligan a quedarnos hasta las 22h; una media de dos claustros cada evaluación fuera del horario escolar, reuniones de profesores de grupos cuando surge necesidad , actividades didácticas extraescolares fuera del horario escolar. Nada de esto se computa en nuestro horario lectivo, pero lo realizamos gustosamente, porque es imprescindible para dar una educación de calidad a nuestros alumnos.

Fuera de nuestro horario escolar también necesitamos formarnos. Obligatoriamente el profesor le dedica más de 50 horas anuales, pero la mayoria de los profesores que conozco se forman mucho más de lo que obliga la Comunidad de Madrid . Nada más llegar Lucia Figar a la Consejería de Educación desmanteló  las vías de formación del profesorado, cerró 29 Centros de Apoyo al Profesorado y sólo dejo 5, uno por territorial. Transformó la obligación que tenemos todos los profesores de todas la comunidades de hacer periódicamente 100 horas de formación , en una obligación exclusiva para la Comunidad de Madrid de 250 horas, y únicamente tienen valided los cursos que ellos estimen ( lo que vale para el MEC y otras comunidades no se les suele dar el visto bueno), se eliminaron los cursos de relaciones humanas, de Educación para la Salud, para aprender a controlar el Estrés ... Alejaron  la formación del lugar donde trabajan o viven los profesores, la limitaron y la redujeron hasta el punto que podemos decir: desmantelaron la formación del profesorado .

Dentro de sus arbitrariedades, si un profesor falta una hora a un curso de 100 horas, legalmente se quedaría sin certificado. Este curso según la información que disponemos sólo van a autorizar los cursos de TIC y de Inglés. ¡Es evidente que desconocen la realidad de la enseñanza madrileña!.

La realidad es que protestamos porque estamos hartos de la sistemática y progresiva degradación de la enseñanza pública, en la que creemos y a la que nos dedicamos con profesionalidad, ilusión, paciencia y esfuerzo. Este recorte de plantilla y aumento de horario lectivo ha sido la gota que faltaba para gritar y decir a toda la sociedad que esto atenta, no solo contra nuestra dignidad profesional, sino fundamentalmente contra la calidad de la educación que reciben sus hijos.

Por último queremos informarles que la UNESCO (organismo de la ONU en materia educativa) ha establecido que 1 hora de docencia directa con alumnos equivale a 3 de trabajo normal,   y que al aumentar el número de horas lectivas lo único que consiguen es reducir nuestra disponibilidad horaria para el resto de las tareas, máxime cuando cada hora de docencia directa requiere varias horas de preparación y correcciones.

Pueden estar seguros que somos una profesión que no tenemos horario, que trabajamos a cualquier hora del día o de la noche, laborables y festivos, y  podemos decir bien alto que:¡nuestro horario real es muy superior a las 37,5 horas semanales!.

Fuente: Profesores  IES Santa Eugenia (2011) , IES Villa de Vallecas  (2011)